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Esta es la razón por la que el sobrecalentamiento daña los frenos

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Esta es la razón por la que el sobrecalentamiento daña los frenos

Es normal que el sistema de frenos de nuestro coche se caliente cada vez que pisamos el freno para detenerlo, pues la fricción entre las balatas y los discos, o las balatas y los tambores, según la configuración del coche, producen calor.

Seguramente acabas de recordar a tu profesor de Física de la secundaria cuando te dijo que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma ¿verdad?. Si quieres comprobarlo puedes frotar vigorosamente las palmas de tus manos, una contra la otra, para producir calor.

Balatas fracturadas por el exceso de calor. Foto: Dacomsa.

Sin embargo, todo tiene un límite. Cuando dicha temperatura excede los parámetros normales de funcionamiento porque estamos abusando del uso de los frenos, por ejemplo, en un descenso pronunciado en carretera, y principalmente cuando no frenamos con motor para reducir la velocidad, entonces las balatas se cristalizan.

Esto significa que la resina de algunos materiales que integran el compuesto de la balata (materiales cerámicos, cobre, grafito, entro otros) se conviertan en líquido y salgan a la superficie a consecuencia de las altas temperaturas, formando una capa brillante y ultra dura que evita que el rozamiento entre esta pieza y el disco o tambor sea deficiente, a tal grado que la capacidad de frenado se pierda momentáneamente o en su totalidad en tanto los frenos no se enfríen; la cristalización de las balatas es una de evidencia de que los frenos fueron abusados y por lo tanto sobrecalentados.

Balata cristalizada a consecuencia de las altas temperaturas. Foto: Dacomsa.

EVITALO

Ahora que sabemos que la las altas temperaturas por el uso excesivo es la causa de que los frenos se cristalicen y pierdan su capacidad de frenado, la consecuencia es que aprendamos a utilizarlos correctamente y no manejar a exceso de velocidad.

Si tu coche es manual y has anticipado algún escenario que te obligue a reducir la velocidad o detenerte por completo, (la luz roja de un semáforo, una curva cerrada, o un descenso pronunciado en carretera) debes ayudarte con el motor.

Ante cualquier anomalía en el funcionamiento de los frenos, acude con un especialista para solucionar el problema. Foto: Pablo Monroy.

Primero debes levantar el piel del acelerador y conforme el coche pierda velocidad ir reduciendo de marchas en la caja: de quinta a cuarta, de cuarta a tercera, etcétera, siempre en un intervalo de revoluciones que no pongan en riesgo el motor (máximo a las 4,500 y mínimo a las 2,000 rpm) para que al momento de hacer alto total baste con presionar ligeramente el pedal del freno.

En un coche de transmisión automática o CVT, si cuenta con modo manual, debes activarlo e ir reduciendo de marchas como si se tratara de una manual, ya sea con la palanca al piso o a través de las paletas al volante.

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